Desmond Tutu, una luz para Nochevieja y Año Nuevo
Murió el 26 de diciembre, día siguiente de Navidad.
Combatió en todos los frentes: contra el apartheid, la homofobia, la desigualdad, el racismo, la violencia, el racismo y toda vulneración de los derechos, así como contra una moral religiosa estricta (que, por ejemplo, condenaba la eutanasia, los anticonceptivos…).
Siempre combatió en favor de la paz en la justicia. Y nunca fue complaciente con su Iglesia, ni con sus amigos una vez que, derogado el régimen del apartheid, llegaron al poder.
Promovió una “Sudáfrica Arcoiris”. Es icono de una Tierra Arcoiris, formada de Pueblos Arcoiris.
Sus palabras nos siguen inspirando:
“Ojalá pudiera callarme la boca, pero ni quiero, ni lo haré”.
“No adoraría a un Dios homófobo y así es como lo siento. Rechazaría ir a un cielo homófobo. Diría: No, lo siento, prefiero ir a otro sitio”.
“Sed amables con los blancos, os necesitan para redescubrir su humanidad”.
“No estoy interesado en recoger las migajas de compasión que caen de la mesa de alguien que se considera mi amo. Quiero el menú completo de los derechos”.
“Reparar injusticias sin crear justicia siempre termina empeorando la realidad”.
“El Jesús que yo adoro es un Jesús que estuvo siempre al lado de los que eran tratados con injusticia y se metió en problemas debido precisamente a esto”.
“Si eres neutral en situaciones de injusticia es que has elegido el lado opresor”.
“Los políticos deberían desterrar la palabra nunca, porque las cosas cambian y la paz se hace con los enemigos, no con los amigos”.
“La paz llega cuando hablas con la persona que más odias. Y ahí es donde aparece el valor de un líder”.
“Mi humanidad está ligada a la tuya, porque nosotros sólo podemos ser humanos juntos”.
“La esperanza es ser capaz de ver la luz a pesar de la oscuridad”.
“Haz el bien a trocitos, allí donde te encuentres; pues son todos esos trocitos juntos los que transforman el mundo”.
“Cuando los misioneros llegaron a África, ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Dijeron: ‘Oremos’. Cerramos los ojos. Cuando los abrimos, nosotros teníamos la Biblia y ellos tenían la tierra”.
“Estamos hechos para amar. Si no amamos, seremos como plantas sin agua”.
“Es a través de la fragilidad y la vulnerabilidad como la mayoría de nosotros aprendemos la empatía y la compasión y descubrimos nuestra alma”.
“Una persona es persona porque reconoce a los demás como personas”.
“La gente no ha nacido odiándose unos a otros y deseando hacer daño. Es una condición aprendida”.
“Es verdad que cuando hacemos daño a otros, nos hacemos a nosotros mismos; pero es igualmente cierto que, cuando ayudamos a otros, nos ayudamos a nosotros mismos”.
El perdón significa conceder una nueva oportunidad para empezar de nuevo”.
“Cuando vemos a los otros como enemigos, corremos el riesgo de convertirnos en aquello que odiamos. Cuando oprimimos a los otros, corremos el riesgo de oprimirnos a nosotros mismos. Nuestra humanidad depende de que reconozcamos la humanidad en los otros”.
“El perdón es una necesidad absoluta para la continuación de la existencia humana”.