El camino de la vida

Los príncipes Pandavas, destronados por sus adversarios, se encontraban en el exilio. El más joven de los hermanos fue en busca de agua. Llegó a un lago cristalino, pero al acercarse y agacharse para beber, escuchó una voz que le dijo:

– ¡Detente! Solo podrás beber del agua de este lago si antes contestas a mis preguntas.

El joven no lo hizo. Bebió y murió. Al ver los demás hermanos que no volvía, fueron a buscarlo uno tras otro. Encontraron el lago, oyeron la voz pero ninguno contestó; bebieron y murieron uno tras otro. Finalmente llegó el último hermano. Éste sí accedió a responder.

– ¿Cuál es el camino que lleva al cielo? [vida plena], preguntó la voz que salía de la boca de un cráneo.

– La veracidad.

– ¿Cómo se puede encontrar la felicidad?

– Mediante la recta conducta.

– ¿De qué se debe uno escapar para evitar el sufrimiento?

– De la propia mente.

– ¿Cuándo una persona es amable?

– Cuando no tiene animadversión.

– ¿De entre todas las cosas sorprendentes del mundo cuál es la más chocante?

– Que mientras uno ve que todo el mundo muere, nadie piensa que también él morirá.

– ¿Por qué camino se accede a la Verdad inmutable [dharma]?

– No por medio de argumentos, ni siquiera por medio de muchas Escrituras Sagradas, sino siguiendo el camino de las personas santas [realizadas: libres y buenas].

La voz quedó satisfecha con sus respuestas, y dejó que el último hermano bebiera del agua del lago y todos los demás recobraron la vida”

(Del Mahabharata, epopeya más importante de la India, hacia el s. III a.C.).