La guerra, las armas y la victoria
Las mejores armas son instrumentos de desgracia
que los seres detestan.
Quien sigue el Dao las rehúye.
Las armas son instrumentos de desgracia,
no son instrumentos de noble.
Solo por necesidad recurrirá a ellas,
pues ama la paz y la calma,
de modo que no celebra la victoria.
Quien celebra la victoria
se alegra de la masacre.
Tal persona no debiera gobernar en el mundo.
Cuando una multitud ha sido matada,
hay que hacer duelo y llorar.
Por eso, la victoria en una guerra hay que celebrarla como un funeral.
(Laotsé, Dao De Jing 31)