Samuel Paty, mártir
Que Samuel Paty, profesor de Historia en Conflans-Sainte-Honorine, a las afueras de Paris, haya sido degollado por un joven de 18 años por haber mostrado a sus alumnos adolescentes unas caricaturas de Mahoma es un fracaso de la especie humana, Homo Sapiens.
Es un fracaso de Europa y de todo el llamado Occidente y de su llamada civilización.
Más directamente, es un fracaso rotundo del islamismo, convencido de que matar a un blasfemo honra a Allah.
Pero es también un fracaso estrepitoso del Islam que, muy mayoritariamente, sigue pensando todavía que una caricatura de tinta y papel es una blasfemia que deshonra y enfurece a Dios, ¡qué caricatura de Dios!
Es un fracaso cultural y social de los grandes monoteísmos, del cristianismo y de la Iglesia Católica en particular, que aún sigue leyendo la Biblia y creyendo en sus dogmas a la letra, incapaz de asumir la libertad de expresión, el pluralismo de las convicciones, el principio de la laicidad.
¡Pobre humanidad, pobre islamismo, pobre Islam, pobres Iglesias, víctimas de sí mismas!
¡Pobre Samuel Paty y su familia rota, víctimas de la intolerancia y el fanatismo tan cerca de París! Que el Espíritu de la Vida os consuele y conforte en tanta barbarie.