A todas las mujeres y hombres del mundo, mis hermanos: Paz y bien.
Era un luminoso atardecer de otoño, el 3 de octubre de 1226, en la Porciúncula, al pie de mi querido Asís. Me dolían...
1. “He visto, he oído, voy a bajar”“
Los israelitas, esclavizados, gemían y clamaban y sus gritos de socorro llegaron hasta Dios desde su esclavitud. Dios escuchó sus lamentos y recordó la promesa que había hecho...