Tras la Pascua

Tras la Pascua
la esperanza sigue en pie;
la bondad se resiste
a desaparecer
y sigue en ascuas;
lo aparentemente insignificante
es lo relevante;
lo despreciable y humilde
desata la libre
utopía de seguir adelante.

Tras el fuego pascual,
las brasas han de quedar
encendidas y dispuestas
para seguir respirando profundo
a su alrededor.

Resuscitar el gusto
por lo espontáneo
y romper lo duro
con lo tierno.

¡Feliz Pascua de Resurrección!

(Toño Martínez)