Déjame llorar por ti
Déjame llorar por ti, hermano. Déjame abrazarte, hermana mía, tu corazón dolorido latiendo al ritmo del mío, nuestras lágrimas mezclándose, nuestra vieja ira acumulada roja alrededor de nuestros pies. Y cuando nuestros corazones se sequen y nuestras lágrimas disminuyan, que podamos ver los unos en los ojos de los otros todas las verdades del amor […]